22/10/2008

Principio y final, o viceversa

Nos empeñamos siempre en hacer perdurar las cosas más allá de lo que tienen que persistir, nos obsesionamos con los finales y buscamos razones para que nada termine. En el amor sufrimos y buscamos soluciones y, si no las encontramos, buscamos otro amor con el cual llenar el vacío que, intrínsecamente, vive en nosotros. En la vida, nos aferramos a una creencia pensando que vivimos sólo una parte más de la existencia que proseguirá en otro sitio, buscando un por qué e imaginando que nuestro fin es la eternidad. En nuestros trabajos creemos que lo peor que puede suceder es que todo acabe, ignorando que, tal vez, nunca debimos estar allí. Y así con cada cosa que nos rodea, piénsalo.

Tenemos miedo a los finales, por eso siempre vivimos entre comienzos de cosas que, creemos, diferentes y olvidamos pensar que, tal vez, una oportunidad perdida no es otra cosa que una oportunidad ganada. Dicen que “no hay mejor final que comenzar un buen principio” y siempre vemos los inicios de algo como felices y los finales como tristes, obviamos disfrutar de las cosas cuando las tenemos, sintiéndonos felices porque han sucedido y no llorar cuando acaban o terminan, y eso no es otra cosa que ser egoísta y quitarle valor a lo que el destino nos pone en el camino.

Son tantas cosas perdidas y tantas cosas ganadas, que no dudo en que cada día vendrá algo nuevo a mi vida y acabará otra cosa que formo parte de ella. Cuando el dicho “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” se pronunció por primera vez, seguramente quien lo hizo no tenía ni idea de la razón que poseía.

Mira a tu alrededor, relájate, siéntete vivo y disfruta de todas aquellas pequeñas cosas que se volverán imprescindibles en nuestra vida desde el momento en que empiecen a faltarnos; piensa que hay quienes no las tienen y créete afortunado porque, al fin y al cabo, “los finales no son más que principios de otras cosas parecidas a las anteriores”.

Un saludo

2 comments:

Anonymous said...

vaya chico, tienes verdadera habilidad escribiendo. Te felicito :)

JaNeT said...

Realmnte a veces tenemos tanto miedo a perder lo que tenemos que vivimos planificando el final para que no nos coja desprevenidos...
Pero no es más que una forma de acercar ese final un poquito más, piénsalo.
Conmigo acabas de dar en el clavo; yo también estoy en uno de esos momentos de transición final-principio duros, sobretodo porque no es fácil empezar de nuevo después de un tiempo, pero como hemos de seguir movidos por el tiempo que no para por nadie, dejémonos arrastrar por la corriente...
Tu escrito me remitió a tres frases que en su momento creé, escribí, pensé y medité también en mi blog:

-"El amor es como la materia, ni se crea ni se destruye, solo se transforma"
-"A la deriva nacerá la esperanza en nuevos horitontes"
-"La vida es cíclica; el pasado siempre vuelve para volver a irse"

Decide tú con cual te quedas que ya yo decidí la mía ;) besOS!