A veces, las decisiones más importantes en la vida hay que tomarlas, casi en un segundo, porque no tienes tiempo de meditarlas demasiado y porque tampoco sería bueno meditarlas demasiado.
Hay decisiones que te llenan de felicidad, hay decisiones que te destrozan y hay decisiones que creemos tan insignificantes que no sabemos de su verdadera importancia hasta que tenemos que tomarlas.
Todas ellas nos llevan a algo posterior, a algo que será y a algo de lo que, seguro, aprenderemos otra cosa. La vida consiste en eso, en tomar decisiones continuamente, en labrar nuestro destino hasta llegar a la decisión final, esa que nunca tomamos nosotros mismos.
1 comment:
Eso si, hay momentos en la vida en los que da igual lo que te propongas decidir, que ella solita, la vida, va a darle la vuelta a todo para que al final, hagas lo que debes hacer... A veces no te permite hacer lo que no sientes, por mucho que te empeñes.
Preparate Chris !
Aquí estaré yo para darte un abracito si lo necesitas jaja
Post a Comment