27/03/2009

El otro lado del sexo

Después de esperar algunas semanas por él, al fin, en mi librería habitual he conseguido el tercer libro que ha publicado mi adorada Valérie Tasso. Tras el directo título y la sugerente foto de la portada se esconde "un trabajo - teórico y práctico - salvajemente incorrecto" en el que la autora da respuesta a muchas preguntas que, la gran mayoría de nosotros, ignora o incluso ni siquiera nos llegaríamos a plantear jamás. Descarada y transgresora como la que más, a la par que elegante, esta impresionante mujer se dispone a dejar al los lectores con la boca abierta. Y a mí me encanta que lo haga.


Aún no he comenzado, lo estoy reservando para amenizar mis largas horas de trabajo de fin de semana, así que mañana empezaré a devorarlo y, probablemente, termine con él mucho antes de lo que yo mismo desee... es lo que tiene que te guste leer sobre un tema y te fascine la escritora que sobre él habla, que cuanto más deseas seguir leyendo y que el libro nunca acabe, en ese momento, te descubres en la última página.



"En el sexo, el lugar más preciado y perseguido de la conciencia humana, hay un más allá desconocido. Una cara oculta. Así que, sabiéndolo, no me quedó más remedio que ir. Que acercarme"

Valérie Tasso

20/03/2009

Respuesta

La respuesta a la adivinanza alemana es:

Mein Neffe
"Mi sobrino"

Era algo liosa, pero haciendo un pequeño árbol genealógico se llegaba a ella fácilmente :D

16/03/2009

Maldito lunes

Hoy al levantarme he recordado una canción que oía hace mucho tiempo. Aquí dejo la letra y su respectivo videoclip para que, cantándola, nos anime y nos ayude a afrontar los dichosos lunes que no son más que productos posteriores a los malditos domingos, los cuales odio aún más...

Suena el despertador como un castigo
Y el sol madrugador se despereza,
Cuento hasta tres, te abrazo y me decido,
Pero es que ahí fuera nada me interesa.

El café intenta hacer trampas al sueño
Y en la ducha imagino una coartada,
Una gripe, una fiebre sin remedio
Que me lleve de vuelta hasta la cama.


Maldito lunes
Que nos hace bajar de las nubes.
Maldito lunes, qué pereza,
Martes, miércoles, jueves sin tregua.



Con la noche asomada a mis ojeras
Y el espejo volviéndome la cara,
Me acomodo debajo de la ropa
Y le pongo carmín a mi desgana.

Aterrizo de nuevo en la oficina
Y le busco sentido a la mañana.
Quién pudiera vestir el almanaque
De festivos y fines de semana.

11/03/2009

Adivinanza alemana

Es tan divertido (ironía) estudiar Turismo y, sobre todo, estudiar Alemán para la Comunicación Turística II que, a veces, te encuentras adivinanzas entre los apuntes y todo...


En la segunda lección de gramática de este cuatrimestre damos el Genitivo y, en uno de los ejercicios, dice así:


"Dort steht ein Mann. Der Vater dieses Mannes ist der Sohn meines Vaters. Mein Vater hat einen Sohn und eine Tochter. Wer ist der Mann?"


Traducción: Ahí hay un hombre. El padre de ese hombre es hijo de mi padre. Mi padre tiene un hijo y una hija. ¿Quién es el hombre?


Respuesta: "¿?"

Lo desvelaré cuando corrijamos el ejercicio en clase, hasta entonces... ¡a pensar!

08/03/2009

La Ley del Tailón

Algunos países como Irán permiten en su jurisprudencia la aplicación de la Ley del Tailón. Esto viene a ser lo que vulgarmente todos conocemos como el “ojo por ojo y diente por diente”, un sistema arcaico que se aplicaba en antiguas civilizaciones; algo que podría ser una “evolución” del arcaico sistema procesal de la Autoayuda, que existió en los inicios históricos de Roma y que no era otra cosa más que la aplicación de la justicia por la propia mano, para así evitar la desproporcionalidad del castigo. A priori, este sistema parece el más justo de todos, lo que a todos se nos pasaría por la cabeza si algún tipo de desgracia producida con dolo por un tercero nos ocurriera pero, ¿serviría la aplicación de un sistema así en el mundo actual?


Hoy, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, leía en un periódico un fantástico artículo de Alejandro de Bernardo que se titulaba “Una mujer… la mitad que un hombre”, en el que se citaba la famosa historia de Ameneh Bahrami, una mujer que fue quemada con ácido por un compañero de universidad al rechazarlo. Ameneh quedó ciega, calva, parcialmente sorda y desfigurada de por vida. Por la legislación de su país pudo aplicar la citada Ley del Tailón, pero como en las mentalidades de países como Irán una mujer no es más que la mitad de un hombre, la pena que se le aplicará al agresor será la pérdida de la visión de un ojo mediante un ácido y anestesiado previamente. Y yo me río por no llorar ni llegar a comprender cómo, en algunos lugares del mundo, aún siguen ocurriendo cosas así, como si en realidad a esto se le pudiera llamar “justicia”.


Sé que el tema es delicado y que las opiniones sobre sistemas como el que sigue la Ley del Tailón pueden dar lugar a confusión y a largos debates sobre si es justo o no pero, tal vez inconsciente por mi parte, no logro entender a quienes todavía hoy en día dicen que “la justicia iraní nada tiene que envidiar a la de países occidentales” o “si en España se aplicasen condenas similares (…) seguro que no repiten jamás”. En el caso de Ameneh, soy partidario de que si “en su país” pudo aplicar la Ley, se haya hecho uso de la misma, tanto por ella como por otras mujeres que, tal vez, hubieran sufrido agresiones similares si ella hubiera perdonado la conducta de su agresor. Pero, al igual que en otros países, en las culturas occidentales aún queda mucho camino por recorrer en el terreno de la igualdad, en menor medida, lo sé, pero aún queda mucho; y una vuelta atrás como sería que hubiese una “Ley del Tailón” moderna no sería más que una involución y una agresión contra nosotros mismos. En este país no se nos trata a todos iguales; conozco casos de mujeres que trabajando con hombres en la misma empresa y realizando las mismas funciones, cobran un sueldo inferior por estar contratadas con otro rango. Y me atrevo a afirmar que esto es solo el comienzo de una larga lista de injustas y peores desigualdades entre hombres y mujeres que ésta, que ocurren tanto en España como en muchos países.

A pesar de ello y aún sabiendo que no se nos trata a todos de la misma forma, ¿crees que la Ley del Tailón es el fin de la desigualdad y el principio de la justicia total? Yo no.