28/02/2009

Corporate cannibal

Despierta tus sentidos, ponlos a prueba...


I'm a man-eating machine...
You won’t hear me laughing, as I terminate your day,
you can’t trace my footsteps, as I walk the other way...
Corporate cannibal, digital criminal,
corporate cannibal, eat you like an animal...
My blood flows satanical,
mechanical, masonical and chemical,
habitual ritual...
I'm a man-eating machine...

27/02/2009

Solo

Me encanta conducir solo, de noche, con la música bajita mientras susurro y tarareo la melodía. También me encanta ir a correr a la playa, sentir la brisa del mar, el aire limpio y las gotas de sudor surcándome la frente y el cuello mientras mi respiración se acelera, tal y como si estuviera a punto de tener un orgasmo; y me gusta hacerlo solo.

Me fascina ir al cine a ver una buena película, solo, sentarme en la butaca central de la fila central de la sala y disfrutar de una vida que, tal vez, puede que sea más real que la mía. Me gusta pasear solo, mirar las estrellas solo y pensar en mi vida, imaginándome en un futuro no muy lejano, en mi propia casa, decorada a mi gusto y antojo, y solo.

Me gusta además ir de compras solo, mirar el mar solo, almorzar solo, fundirme de placer con un helado de chocolate, solo.

Me encanta pensar solo y, solo, sacar mis propias conclusiones. Y, tal vez, de tanto pensar, dejé hasta de pensar solo en mí, y cuando miré a mi alrededor estaba así, solo… y no estoy seguro de que me haya encantado esta soledad.

26/02/2009

Abre la puerta... no digas nada

Abre la puerta,
no digas nada,
deja que entre el sol.
Deja de lado
los contratiempos,
tanta fatalidad.

Porque creo en ti
cada mañana,
aunque a veces tú
no creas nada.

Abre tus alas
al pensamiento
y déjate llevar.
Vive y disfruta
cada momento
con toda intensidad.

Porque creo en ti
cada mañana,
aunque a veces tú
no creas nada.

Sentir
que aún queda tiempo
para intentarlo,
para cambiar tu destino.
Y tú,
que vives tan ajeno,
nunca ves más allá
de un duro y largo invierno.

Abre tus ojos
a otras miradas
anchas como la mar.
Rompe silencios y barricadas,
cambia la realidad.

Porque creo en ti
cada mañana,
aunque a veces tú
no creas nada.

Sentir
que aún queda tiempo
para intentarlo,
para cambiar tu destino.
Y tú,
que vives tan ajeno,
nunca ves más allá
de un duro y largo invierno.

Abre la puerta... no digas nada

15/02/2009

Día de los no enamorados

Son las cinco de la mañana, acabo de llegar a casa, y no sé si es efecto del alcohol o la carencia de significado alguno de un día como este lo que produce en mí esta sensación de andar perdido, de no saber dónde estoy, de no entender nada.

Hoy, 14 de febrero, el famoso “día de los enamorados” o “San Valentín”, he salido a celebrar que estoy soltero y que no estoy enamorado. O mejor dicho, que estoy enamorado de mí mismo. Puede sonar egocéntrico, pero al fin y al cabo, quien no se ama a uno mismo jamás será capaz de amar a alguien de una forma sana y natural; probablemente al igual que quien no es capaz de ayudarse a sí mismo, tampoco es apto para ayudar a los demás con sus problemas.

Tal vez tenga más defectos que virtudes, es probable que sea imposible convivir conmigo, es más que cierto que no tengo un cuerpo de infarto, ni una cara de revista ni una altura de pasarela (que se lo digan a los de Booker High Models); puede que sea demasiado romántico, un poco fantasioso y hasta algo místico para algunos y algunas, además, es posible que mi soltería se alargue tanto en el tiempo como que mañana deje de existir y sea yo el que salga corriendo buscando y gritando libertad, muy propio de los sagitarios. Tal vez todo esto sea cierto, como tal vez también es probable que no sea así, pero sea como sea la realidad, hoy, a quien más tengo que querer es a mí mismo, hacer las cosas por y para mí y ponerme en el primer lugar de una lista la cual no siempre he estado encabezando.

Lo más absurdo de toda esta historia es que, en los tiempos que corren y con los logros intelectuales del ser humano, seamos tan estúpidos a la vez como para ser víctimas de la comercialización de un día vacío, carente de lógica alguna, sin un trasfondo verdadero y que, para más inri, ha sido inventado hace no sé ni cuanto (“ni falta que me importa”) por un centro comercial. Una vez más, al igual que los Reyes, la Navidad, y toda esa parafernalia, aquí lo importante es consumir, comprar el mejor regalo y, en este caso, ser el mejor novio o novia porque resulta que un día, y solo un día al año, “alguien” nos dice que con cosas materiales tenemos que hacer demostraciones de amor a nuestra pareja, como si los otros 364 días no contaran más que para lo de siempre.

Hay quien pensará que escribo estas líneas por celos o por frustración de soltero, por llevar ya bastante tiempo sin pareja, pero la verdad es que me da tan igual como el color de la ropa interior de los reyes de este país; y me da tan igual porque con o sin pareja, mi pensamiento sobre este día siempre ha sido el mismo y, espero, que siempre lo siga siendo, porque si no es así, seguramente habré perdido alguna neurona.

Por eso mismo, desde aquí propongo que al igual que E.C.I. creó el día de los enamorados, centros comerciales de la competencia, grupos de solteros, páginas como match.com o quienes sean, creen el día de los no enamorados (15 de febrero), para así igualar esta mal llamada discriminación positiva por el simple hecho de tener pareja. Porque ya estoy harto de que todo sea tener y tener y tener más aún y ser el mejor por ello, y se olvide a los que no tienen o tienen menos que, posiblemente, solos seamos tan felices como emparejados, o incluso más.

¡¡¡Feliz día de los no enamorados!!!
(15/02/09)

13/02/2009

Valérie Tasso, la "ninfómana"

Después de leerme “Diario de una ninfómana”, me he vuelto seguidor de esta mujer y me he propuesto leer todos sus libros; ahora toca “Paris la nuit”. A éstos dos, que son prácticamente autobiográficos, les sigue “El otro lado del sexo” y, por último, ya en 2008 el “Antimanual de sexo” con el que la autora pretende acercarse a los tópicos existentes sobre el sexo y demostrarnos que de lo que hablamos no es de sexo, sino del ‘discurso normativo del sexo’ y que ‘lo terrible no son las normas, sino aquellos que se las creen’.

Valérie Tasso es una mujer excepcional que desprende una seguridad impresionante en sí misma y una buena dosis de optimismo, además, de irradiar naturalidad con sus palabras y tener la capacidad de captar la atención de todo aquel que la escucha desde el primer segundo. Transgresora en su vida y su obra, y eso me gusta.

Jamás antes había conocido a alguien que, hablando de sexo, se expresara con tanta claridad, tanta naturalidad y que transmitiera tan perfectamente aquello que quiere decir. Me da la sensación ser una persona extremadamente sensible, delicada y dedicada a fondo con todo lo que hace, pero a la vez una mujer emocionalmente fuerte, inteligente y, con un matiz lo suficientemente fantasioso como para ser más enamoradiza de lo que aparenta ser. Si algún día tengo el honor de conocerla, algo que me encantaría, comprobaré si me he equivocado o no.

07/02/2009

Secretos

Hay secretos a voces, hay secretos que sólo conocen unos cuantos, hay secretos que con el tiempo se cuentan y también hay de los que jamás se hablará nunca.


Todos tenemos secretos. Unos más y otros menos, pero todos ocultamos algunas cosas de las que no nos sentimos orgullosos o, simplemente, cosas que no queremos que se sepan, sea cual sea el motivo. Algunos esconden la cantidad de amantes que tienen, otros esconden las infidelidades, otros la propia sexualidad, otros mentiras que han dicho en su propio beneficio, unos encubren a un amigo y otros tantos, solamente, preservan su vida privada para ellos mismos, sin que nadie sepa absolutamente nada. Lo que no se cuenta no existe.

Hoy, después de mucho tiempo, me ha ocurrido algo. Algo fuera de la rutina que ya estaba invadiéndome hasta ahogar, algo que no esperaba, cuando menos lo esperaba y en el lugar que menos esperaba. Dicen que lo que no se espera se agradece, pero no siempre ocurre así. Cuando algo nos ocurre siempre tendemos a analizarlo, o por lo menos yo, buscarle los pros y los contras, ver en qué nos beneficia, en qué nos perjudica y, al final de mi propio argumento mental dedicado solamente a mí mismo, decido contarlo o no. Lo de hoy sinceramente no voy a contarlo, puede que para algunos tenga mucha importancia o puede que a ojos de otros sea una insignificancia, porque también he aprendido que todo es relativo y depende del punto de vista de cada persona pero, sinceramente, no me apetece que se sepa. Sólo diré que en mi reflexión post-suceso he llegado a la conclusión de que hay aspectos en mi vida que me apetece cambiar, cosas que quiero borrar, momentos que quiero enterrar y pasados que no quiero volver a mirar… pero lo mejor de todo es que, mientras intento alcanzar mis objetivos, hay cosas que solo comparto conmigo mismo, que todos los demás no sabrán jamás, cosas sobre las cuales tengo el poder para elegir si quiero que pertenezcan solo a mí. Esas cosas de las que hablo son solo eso... secretos.

05/02/2009

La misma canción

Ya no sé qué escribir, ni cómo empezar, ni cómo terminar, ni siquiera si esto ya lo había dicho antes…


Creo que uno de los peores enemigos del ser humano es la rutina pero, a la vez, también creo que es el propio ser humano quien, inconscientemente, se aferra a una rutina para sentirse seguro.

Mis días se suceden iguales, unos tras de otros, sin más que lo que es lo mismo. Los días de sol hace el mismo sol, si están nublados hace el mismo frío y si llueve, llueve siempre con la misma intensidad.

Por cierto, hoy llueve. Pero llueve igual que llovió ayer, que la semana pasada y que hace un mes. Cuando creí que la lluvia hoy me traería un día, una tarde o una noche diferente, simplemente me trajo un mensaje, el mismo de siempre, me dijo que mis días son como un eco, como un sistema cerrado en el que reina la retroalimentación, como la misma canción en la radio cada vez que subes al coche, como un ritual necesario a seguir para intentar cambiar algo y terminar siempre haciendo lo mismo. Hoy leí las mismas páginas una y otra vez, me tomé el mismo café que me tomo cada día desde ya no sé ni cuándo, pensé en lo mismo que siempre desde que pienso en cuándo empecé a pensar y terminé sentado, aquí, escribiéndote que estoy hastiado de hacer siempre lo mismo, de correr y nadar siempre en la misma dirección, de luchar una y otra vez contra los mismos obstáculos, de soñar el mismo sueño y de tener la misma pesadilla. Aquí estoy, contándote que estoy cansado de que nada cambie de color, queriendo que todo sea diferente sin, ni siquiera, hacer algo distinto.

Y es, tal vez, el mismo miedo a lo nuevo, a lo diferente, a que todo cambie demasiado el que me hace leer las mismas páginas, tomar el mismo café, pensar en lo mismo cada día, hacer lo mismo de ayer. Tal vez todo empiece y termine en mí, y por eso no veo más allá de lo de siempre, porque tal vez no hay más nada; porque, tal vez, no lo sé, quiera seguir subiéndome al coche, conduciendo en la misma dirección, escuchando la misma canción...

La melancolía no desaparece,
cómo llueve, cómo llueve;
ya es amiga mía y hasta me parece
que me quiere, que me quiere.
La melancolía ya es amiga mía,
cómo llueve, cómo llueve.
Hoy me siento mal, pero cuando estás,
tus palabras me conmueven.
La melancolía ya es amiga mía,
cómo llueve, cómo llueve.