19/07/2009

Cuando me haya ido

Tenemos miedo a los finales. Sentimos pánico cuando algo acaba y no tenemos la certeza de que empieza otra cosa de nuevo. El ser humano no esta preparado, o mejor dicho, al ser humano no le han enseñado a decir adiós. Tampoco a comprender que hay viajes que se emprenden sin billete de vuelta y que, desde que algo empieza está condenado a acabar.
Somos inconsciente de que, cada día, terminamos un poquito más ese camino hacia el final. Esto no es ni malo ni bueno, ni triste ni divertido, esto es así, porque así ha de ser. Y nadie puede cambiarlo, por más que nos empeñemos en buscar una salida, un más allá, un principio después del final o un umbral que nos lleve hacia otra cosa, hacia otro mundo, hacia otra vida.
Aceptando que nos pertenecemos a nosotros mismos menos de lo que creemos y dejándonos llevar seremos un poco más felices. Yo, tú y absolutamente todos nos iremos algún día, pero más que preocuparnos por cómo será o lo que habrá al final de nuestro viaje, deberíamos preocuparnos por hacer algo en este camino, algo que ayude a los que se quedan y se irán después que nosotros a recordarnos.
Ya lo leí una vez, lo escribí algunas más y lo dije otras muchas: "Existimos mientras alguien nos recuerda".

"Cuando me haya ido y no escuche más tu voz
sentiré en silencio que, además del tiempo, he perdido tu amor.
Cuando no me veas, llorarás por lo que fue,
por aquel momento y ese sentimiento que me llevaré.
Yo estaré escondida en ese hueco de tu mente,
infinitamente te amaré.
Desde el otro mundo desearás tenerme
y sin que los sepas te consolaré.
Yo estaré a tu lado cada minuto, cada segundo,
cada instante que te sientas mal.
Yo seré tu sombra y tu cobijo,
yo estaré donde tú me quieras encontrar.
Porque susurrará la noche y sabrás sin miedo que soy yo.
Es que me llevaré tu nombre
para no olvidarlo, para así guardarlo en mi corazón...
Cuando me haya ido te llevaré dentro de mí,
por siempre, cuando me haya ido..."

No comments: